Sabes? Yo jugaba basket y futbol, era un poco torpe para jugar. Pasó el tiempo durante los entrenamientos y me caí muchas veces, siempre tenía una cicatriz sobre otra en las rodillas porque nunca me pensaba dos veces el ir para alcanzar el balón aún si sabía que tenía que barrerme y caer al suelo. Al pasar el tiempo aprendí como caer para no lastimarme y no hacerlo si se podía evitar.
Me costó una semana superar unas simples palabras que dijeron, si, simples palabras. Fue algo simple que me hizo despertar, me dolió escuchar la cruda verdad por medio de un amigo; no sé cómo fue que pude mantener mi postura para no mostrar mi sufrimiento porque me di cuenta que lo que me había dicho era cierto, no me lo dijo, no estaba consciente de lo que me había pasado, pero yo lo sabía y recordé muchas cosas que respaldaban lo que me decía. No quise creerlo, al igual que me lanzaba por el balón aún sabiendo que caería, continúe ingenuamente. Pensé tontamente que con que mis sentimientos fueran sinceros y verdaderos fueran suficientes y que aunque no fuera correspondida y me lastimaría a mí misma, haberlo intentado valdría la pena y al menos aprendería a caer, aprendería de la experiencia. Qué tonta soy, no sé si me arrepiento de mi decisión; porque fui muy feliz durante un tiempo, pero supongo que esos momentos no los cambio.
Pero a veces alguien torpe como yo que no debe jugar y fingir que es fuerte para soportar los golpes, porque a la larga existe la posibilidad de que en lugar de ir mejorando se lastime
-->, haciéndolo incapaz de volver a jugar. Cómo todo en la vida siempre hay posibilidades de perder y sufrir, pero para ganar algo hay que arriesgarse y pase lo que pase nunca alejes a tus amigos.