....


Con una enorme delicadeza introduce sus pies dentro de los zapatos, ata el cordel y la música empieza a sonar lentamente.

Resuena en su interior de manera estrepitosa, ha llegado el momento de alzarse y bailar ese vals. Todos observan como con gracia y elegancia baila, sus movimientos son precisos, certeros. Pero, por supuesto, esta es su canción y conoce perfectamente la ejecución de sus movimientos. Es el momento de levantar sus brazos sobre su cabeza y realizar unos cuantos giros; observa a sus espectadores con aquellos ojos llenos de críticas y los labios listos para emitir sus juicios. Una vez más cierra sus ojos, se concentra en la melodía aquella que extrañamente se volvió natural, convirtiéndose en suya. Respira profundo y realiza una gran reverencia hacia su público, pues en la melodía ha llegado el momento de la última nota para los espectadores.

Pero realmente, para ella, solo ha llegado un silencio en la melodía y se prepara para continuar con su vals interminable.


Etiquetas: , , , , ,